Glosa AUTHOR Juan José Saer By Juan José Saer

¿Pueden los caballos tropezarse? Solo Jorge Washington Noriega sabe la respuesta a este escollo. ¿O no? Según el Matemático, que dijo Botón, que dijo Washington en su fiesta de cumpleaños a la que no le invitaron, lo que verdaderamente respondía a esa pregunta ontológica era la experiencia que tuvo con tres mosquitos una noche de verano. Sí, tres peculiares mosquitos. Solo Saer puede desarrollar una novela con una premisa en apariencia descabellada y no trasladarla al plano del absurdo como estilo literario. Y, además, dialogar con Platón. Glosa es una novela que mimetiza su trama con la de El Banquete de Platón: Dos conocidos que se encuentran en la calle y el uno le cuenta al otro lo sucedido en una fiesta/banquete a la que no fueron invitados.

Esta premisa, para quienes han leído El Banquete, podría parecer simple e interesante a la vez, aunque nada novedosa, pues la propia obra de Platón ya es una rareza, siendo la única narrada con una estructura y un estilo muy cercanos a la novela moderna. Siguen siendo diálogos, pero intercalados con una trama, lo cual hace que la narración tenga dos tiempos y dos espacios. Saer toma aquello, pero lo multiplica. Ya no son dos, sino múltiples tiempos que juegan con el espacio/tiempo, a la vez que experimenta con las posibilidades del lenguaje, llevando las descripciones al límite de lo súper-racionalizado. En esto -que podría parecer hasta una parodia de El Banquete- es en lo que radica la genialidad del autor: transformar lo fútil de una discusión sobre caballos que tropiezan y mosquitos que pican, no pican o se dejan matar, en una disquisición filosófica basada en lo concreto de las acciones y su emplazamiento en el espacio y en el tiempo.

Es algo enrevesado, sí, que por momentos hace que se pierda el hilo narrativo. Pero esto es lo que busca el autor, despistar no sólo al lector si no a sus propios personajes. Y esto se demuestra en el último tercio del libro. No era solo un error de nuestra atención dispersa, en verdad Saer busca esa dispersión para confundir al lector y casi transformar ese monólogo interior en tercera persona de un narrador omnisciente y omnisapiente, en lo que el propio lector está entendiendo de la historia. Y este recurso es también novedoso para la época. Ese narrador que todo lo sabe, que escudriña en la mirada más profunda de cada personaje para decodificar lo que ese gesto significa en palabras y en reflexiones, es un narrador que también conoce la mente del lector.

Ahí también radica la genialidad de Saer, en llevar el estilo y lo formal a un nivel que moldea por completo el fondo y la trama, sin ser mera experimentación estilística, sino un esquema narrativo sólido. Complejo pero sólido. Según lo que he leído, el autor tuvo como máximo referente a Faulkner.

La constante duda de los testimonios transmitidos por un tercero (Botón, quien sí asistió a la fiesta y escuchó la discusión del caballo y los mosquitos, se lo contó al Matemático, y este a Leto, con quien camina alrededor de una hora mientras recrea los diálogos de los invitados sobre el tema), esa duda, deudora de la memoria y la interpretación, de la subjetividad, en suma, de la propia ficción del acto de contar, es extrapolada al resto de la vida misma. Y, por esos vericuetos narrativos, es desplazada por las digresiones y elipsis constantes que muestran la vida de los protagonistas más allá de aquel paseo, pero entretejida a través de las acciones y movimientos desmenuzados con maestría por Saer, durante la caminata del Matemático y Leto.

Para concluir y sin hacer spoilers, el final no llega con el término de la caminata, como se habría pensado. Hay una subtrama que se resuelve en las últimas páginas. Pero, para saberlo, mejor leerlo. Paperback Two casual acquaintances meet accidentally and start talking… They talk about a birthday party of a certain sixty-five-year-old man – the event they both have missed. Their leisurely discussion is sporadically interrupted with recollections, contemplations and observations.

Many years later he will understand, from the overwhelming evidence, that so-called human soul never had, or will never have, what they call substance or essence, that what they call character, style, personality are nothing but senseless replications, and that their own subject – the body where they manifest – is the one most starved of their nature, that what others call life is a series of a posteriori recognitions of the places where a blind, incomprehensible, ceaseless drift deposits, in spite of themselves, the eminent individuals who, after having been dragged through it, begin to elaborate systems that pretend to explain it; but for now, having just turned twenty, he still believes that problems have solutions, situations outcomes, individuals personality and actions logic.

The talk is small but cause-and-effect relationships are complex and convoluted… And three versions of a birthday party told by different participants are different. And a rather daft anecdote of three mosquitoes in the end serves as a fable somehow corresponding to the fates of three main characters.
The original title of the novel, Glosa in English means ‘gloss’, that is, explanation and interpretation…
But they are going nowhere, in fact, and unburdened, you could say, of duties or destination, they walk inside an integral, palpable actuality that spreads through them and that they likewise disperse, a delicate and transient organization of the physical – delimiting and containing, during an unforeseen lapse, the dismaying and destructive blind drift of things.

When the present becomes the past it turns into fiction which everyone may interpret one’s own way. Paperback Il nicciano anti-socratico.

Romanzo esistenziale di raffinata eleganza di uno degli autori sudamericani più importanti del secondo Novecento, Glossa è anche racconto della drammatica situazione argentina ai tempi della giunta militare, indagine filosofica dei meccanismi che sottendono i nostri comportamenti, ma soprattutto grande letteratura. Opera formalmente perfetta, attenta ad ogni aspetto della narrazione, dalla scelta curatissima degli aggettivi, alle descrizioni precise dei comportamenti che accompagnano i pensieri dei protagonisti. Il tutto espresso attraverso un ritmo che mutua alcuni aspetti dell'oralità e che ben si accorda alla trama, con l'uso sapiente di analessi e prolessi che danno profondità e respiro al racconto e di metafore convincenti (una su tutte: le tre zanzare che rappresentano i protagonisti del libro).
Glossa è la storia di una passeggiata per le strade del centro di Buenos Aires durante la quale Leto incontra il Matematico e della descrizione che quest'ultimo fa di una festa alla quale nessuno dei due ha partecipato, quella per il compleanno di Washington, un conoscente comune. Ognuno dei due organizza nella propria testa le immagini e gli episodi di quella sera secondo i suoi schemi, immagini ed associazioni che con il tempo si legheranno in maniera non più districabile e andranno a formare ricordi basati su impressioni più che sull'esperienza diretta: l'oggettività non esiste, esiste solo il punto di vista, l'interpretazione.
Interessante osservare come la costruzione del romanzo ricordi, per certi versi, i dialoghi platonici. Probabilmente non è un caso, anche se forse quello che Saer vuole sottolineare attraverso l'analogia della forma è la dissonanza con il pensiero socratico: tutto è interpretazione.
Paradigmatiche, a questo proposito, sono le parole che l'autore dedica a Leto: Molti anni dopo saprà, grazie a prove successive, che ciò che altri chiamano carattere, stile, personalità non è altro che una serie di ripetizioni irrazionali la cui natura è oscura soprattutto all'individuo che costituisce il terreno su cui si manifestano, e ciò che altri chiamano vita è una serie di riconoscimenti a posteriori dei luoghi in cui una deriva cieca, incomprensibile e senza fine va depositando, loro malgrado, gli individui eminenti che dopo essere stati trascinati da essa si mettono a elaborare sistemi che pretendono di spiegarla, ma per il momento, a vent'anni appena compiuti, crede ancora che i problemi abbiano una soluzione, le situazioni uno sviluppo, gli individui un carattere e gli atti un significato. Un Saer anti-socratico, che sembra porsi senza indugi sulla scia di Nietzsche.
Ma c'è di più: anche il dialogo, la comunicazione appaiono all'autore difficili, per non dire impossibili. Più che conversare, Leto e il Matematico seguono il corso dei loro pensieri, le conversazioni sono in realtà il frutto di incroci casuali, come due rette che si incontrano in un punto ma che stanno seguendo traiettorie diverse. Ognuno parla a se stesso, vive la propria storia che non è e non può essere quella dell'altro: la verità assoluta non esiste.
Paperback En un recorrido por algunos libros que tengo en agenda me encontré con este texto del escritor argentino, el cual ha sido ubicado dentro del grupo de escritores que abordan la literatura no solo como creadores, sino también desde una función metaliteraria, ligada al mundo académico. Cabe decir, que las primeras páginas me encontraba en una isla sin saber donde ir, pero a medida que me fui internando entre sus bosques, que el autor fue entregándome pista para ir de la mano con lo que intenta narrarnos, dije y que es esto que escribió, donde una simple pregunta: ‟¿qué pasó en el cumpleaños del poeta Jorge Washington? Y es este mundo dos de sus personajes, a través de 21 manzanas o cuadras caminando, la cual no le toma una hora harán su del recuerdo o lo que escucharon de otro decir, lo que paso en ese cumpleaños se tejera toda la novela.

Un libro publicado en 1985 por Juan José Saer, del cual por el mismo termino de la palabra Glosa, nos deja a lugar a la paradoja de lo tan accesible que nos resulta ser la experiencia a través de las palabras que la evoca, para así traer una serie de expresiones inamovibles y simplificadas. Glosa podría ser algo que se cuenta sin importancia, sino como se cuenta, la imposible narración de lo vivido. Y si es por esto, tanto El Matemático, uno de los protagonistas, el cual cruza, en compañía de Ángel Leto, el otro, por la céntrica Avenida de San Mártir de la ciudad de Santa Fe, donde la casualidad dio al traste para dar respuesta a la pregunta antes formulada, y es aquí que ambos comienza a tejer las respuesta más cercanas a aquella inquietud. “Luego, por la absoluta casualidad, se encuentra con el segundo protagonista, el personaje El Matemático. Para cuando ambos personajes se encuentran, ha pasado no pocas paginas y se han expuesto señales importantes acerca del dispositivo de la novela. En esa extensión de papel, en la que sin embargo ha transcurrido en la historia unos pocos minutos y Ángel Leto no ha llegado aun a la miga de la segunda cuadra de su caminata, el narrador saeriano, fugándose a través de los pensamientos o los estados inconscientes del caminante, de los que tiene un conocimiento aun mayor que el propio personaje, ha hecho ya sus primeras anotaciones al margen: nos ha empezado a contar la historia de Leto, de su madre, de su padre. Empezamos a entender por que la novela lleva el titulo que lleva: como las glosas que, tal cual informa servicial el diccionario, aclara o explica un texto principal, el narrador apuntara anécdotas que expande lo que nos cuenta.

Más allá de algunas criticas, que hablan de fragmentos repetitivos en la novela, de párrafos sumamente largos, del fraseo suspendido , de las piruetas interminables, veo en Saer todo un escritor al cual debe prestar atención a cada detalle, si pasaste por alto aquella caminata de 21 cuadras, fácilmente creerá que lo que dialogan ambos protagonista lo están conversando en encuentro diversos, como dijo un escritor, una estrategia en vaivén que revela una intención: desenmascarar los automatismos de la lengua, de desbancar lo obvio, de no dar nada por supuesto. Es un texto que nos lleva a constituir, lo que conversamos como una construcción de la experiencia, de la historia, unas cercanos otras que se fundamentan en el cacareo. Paperback One of my philosophy professors in college said this idea he threw out in class on day that in any philosophy book if you can understand one sentence in the book you will understand the whole book. This is an almost Hermetic idea, as is above is as it is below. That the whole cosmos is contained in each person. This sounds deceptively simple. To really understand that one sentence and to really unpack it you might need to read the book it's in over and over again, read a thousand other books and ponder that sentence for a few lifetimes he didn't say that but I'm just extrapolating a little bit. His style of 'teaching' a term I use loosely here was to open up the book we were supposed to be discussing and start talking about it and spend the next hour just rambling about whatever came to his mind. He was old and looked a lot like a decrepit Sartre. He'd talk about all kinds of things, a little bit about the book but mostly about how he hated having to teach anymore, how he would like to just be left to die, how he hoped he never had to come teach another class because of death. Uplifting stuff, especially at 9 in the morning. His classes were packed though, mostly because he just gave out A's if you showed up and wrote the two papers he asked for. He didn't expect much from anyone, and I don't think anyone expected anything from him. Most people stopped showing up after a few weeks. I think they still got a B for just registering for the class. He wasn't a good teacher, but that one thing he said stuck with me, which is more than what stuck with me from other teachers.

What he said came back to me while reading this book. In literature there is the famous example of Joyce's Ulysses where one ordinary day of an ordinary man is extrapolated to be epic and much greater than the day itself. There are lots of other examples too I'm sure. I'm not thinking of any right now, but that is my deficiency. Well, I lied. This book is another example of this.

Here two men meet on the street. They know each other casually. One has just gotten back from a trip to Europe, the other is skipping a day at work to walk around the downtown area of a city in Argentina. They meet and walk 20 blocks or so together and discuss the 65th birthday of Noriega Washington, a man both of them know but neither of them attended the party. The one man because he was in Frankfurt at the time, the other because he wasn't invited.

In discussing what happened at the party the entire life of both of these two men is exposed through what they say, what they don't say, what they think and who they know or don't know. The history of Argentina in the 20th century is also laid out with it's political upheavals and the tragedies of history that the country suffered. The short walk becomes a microcosm that contains the whole world these two characters exist in. Their entire totality manifests itself to the reader in their leisurely stroll and at the end of their walk nothing has changed for either character. The walk itself could be something neither character will remember in the future but the reader gets to see how by looking the right way at this chance encounter the lives of each character are illuminated and if the characters could see this they would be able to possibly change their future and see what is really important and what isn't.

This is the kind of book that if I was more knowledgeable about the country being written about I'd be much more interested in. There is a universality to what happens in the book but too much of the details are so specific to the recent history of Argentina, something I know little about, that I didn't get nearly as involved in the story as I could have. Now if this had been two men in 1930 walking through one of the Platz's of Berlin, talking about the 65th birthday of Hans Von Something-or-other I would have probably thought this was the cat's meow.

I chalk up my relative lack of enjoyment of this book to myself. Paperback

Fiel a si misma, la obra de Saer define uno de los caminos centrales de renovación en la literatura argentina después de Borges. Glosa AUTHOR Juan José Saer

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No, this Washington is neither the Father of Our Country nor its capital. It is a character named Washington Noriega, who has his 65th birthday in Santa Fe, Argentina. The whole book consists of the conversation between a tall elegant character dressed in white and known only as The Mathematician and Angel Leto, a young accountant, over the space of some 21 city blocks. The odd thing is that neither attended the birthday. The Mathematician was in Frankfurt, Germany, at the time; and Leto did not go because he was not invited.

The conversation is interspersed with memories, thoughts, and even flash-forwards to the future. Nonetheless, despite the subject of their conversation being so remote, Leto will remember the conversation for the rest of his life. As to The Mathematician? He is like an intellectual archangel, and it is difficult to know what he really thinks. Here is the conversation as it crystallizes in Leto's mind:

Washington's birthday, the mosquitos, Noca's horse, the table set under the imaginary pavilion, at once persistent and inconstant, clicking along in a unique, complex order, now make up a carousel of memories more intense, significant, but nevertheless more enigmatic, you could say, than many others which, originating in his own experience, ought to be stronger and more immediately present in his memory.
Juan Jose Saer. born in Spain to Syrian immigrants, died in 2005 -- but not before leaving behind him a small body of fiction that becomes ever more important with each passing year.

Paperback Hay algo que me atrae mucho en la manera de escribir de Saer, es algo en el ritmo que tiene. Si lo trato de describir visualmente, es como ese efecto que se usa en vídeo, en donde hay una pelea, y de repente todo se detiene, y va en cámara lenta, a tal nivel, que puedes reconocer de repente todo lo que está pasando, la espada que corta el aire, la expresión en el protagonista, de desesperación, cada detalle. Pues así me parece que escribe Saer, con lentitud ves cada detalle de la escena que te cuenta, lo que pasa por la cabeza de sus personajes, recuerdos, imágenes, ideas, ansias, conflictos. La acción en sí parece ser poca, o en apariencia no pasa mucho, van dos personas caminando, se encuentran y se ponen a recordar algo, y por la cabeza de los dos hay mil imágenes más.
Ahora dicho esto, hay algo exasperante en ese ritmo, es tan exagerado el detalle que te da un poquito de ganas de adelantar el vídeo para saber qué viene,
También cabe decir, he leído un solo libro de Saer, que me ha encantado de principio a fin, (El Entenado) pero igual lo seguiré leyendo por esos detalles, como un bordado, que te encuentras en sus libros, y que son inspiradores a momentos, así como desesperantes también. Paperback Uno de los escritores más influyentes e interesantes de la tradición literaria argentina. Para Saer, todo es una cuestión de lenguaje, la literatura no es más que digresión. Su escritura está enmarcada en la crisis del modelo de representación realista, que ha dejado fuertes huellas en esta compleja y brillante novela.

El relato se construye a partir de la constatación de la imposibilidad de representación objetiva y total de la realidad y el intento de demostrar que las aristas de “lo real” son tantas que ningún discurso podría abarcar todas. De allí, la aspiración a una narración infinita, perceptible en las múltiples digresiones por las que la obra nos conduce mediante diversos procedimientos.

Uno de ellos es la pausa descriptiva, es decir, no ya la narración de una secuencia concreta de acciones, sino la descripción minuciosa tanto del entorno como del mundo interno de los personajes a partir de la percepción y del flujo incesante de la conciencia. Además del aspecto descriptivo, la obra incorpora el recurso a la repetición, dilatando el relato y jugando con el orden temporal a partir de analepsis y prolepsis.

En Glosa pasado, presente y futuro coexisten en un mismo plano. La linealidad del relato tradicional es bombardeada y se cae a pedazos frente al avance irrefrenable de la voz de un narrador desbocado que teje un discurso indómito y caótico, rítmico y proliferante, irónico y descolocante, cuyo ideal teórico es la palabra infinita. La escritura saeriana nos pone en contacto con una literatura plenamente consciente de sí misma, un metalenguaje que se autoboicotea y pone en jaque toda la mochila de preconceptos con que cargamos sobre el mundo de las letras. Sin lugar a dudas, un desafío arduo para lxs lectorxs; pero para aquellxs valientxs que se atreven, déjenme decirles que lo movilizador de esta experiencia exquisita y subversiva vale la pena.

Si querés profundizar un poco más, te invitamos a leer la reseña en nuestro blog. https://intersticio-literario.blogspo... Paperback Another novel by Saer. This is the fourth book by Saer that I have finished and the third in the line of his books translated to English by Open Letter (there are six in all). On the hindsight I think I finished reading this one very quickly, quicker than most other books of the literary genre. Can't say that I really liked it. The prose is very Proustian in style- more comparable to his later works and especially La Grande which is a 20th century masterpiece on the same level as Bolano's 2666. The style is nowhere near to the other books that I read and immensely liked viz. The Event and Scars. In these previous instances Saer tried to evoke several images and connect several narratives and lines of thoughts together into a structured whole through the medium of prose that was at once Proustian and straightforward. Not so in this instance. This is mainly a book of digressions- extensive, mathematical, philosophical, interlacing the past with the present- that take place during the chance meeting of two persons one morning in Santa Fe and their exhaustive discourse in relation to a party they never got to attend of another person who has an important role to play in those subtle hints of past references. Past and present collide when one seeks to confide in those moments of past history through the medium of our present existence...and the characters tend to seek a solution to their current predicaments- not to mention of the dark fate that is soon going to embrace the two intrepid interlocutors. The prose, as usual, is a delight to sink in and read again and never overwhelming; although I was not too delighted by the story structure. Paperback Un libro scritto benissimo, potenzialmente bellissimo e interessante se non fosse per l'utilizzo, secondo me esagerato al limite dell'ossessione, della retorica.
Certi passaggi, alcune riflessioni sono davvero illuminanti ma arrivare alla fine, almeno per me, non è stato facile.
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